Se define como una
incrustación a la restauración que se hace sobre un diente el cual no ha perdió
la totalidad de sus paredes y queda un remanente sólido para ser reconstruido
mediante algún material, permitiendo así devolverle la forma, la función y la
estética al molar que se esté trabajando.
Este tipo de
restauraciones se pueden realizar con diferentes materiales odontológicos, uno
de ellos es el metal, siendo este de los más antiguos, con el cual se pueden
hacer procedimientos de muy buena calidad, pero su uso ha venido decreciendo
por los estereotipos que se vienen manejando de tener los dientes muy blancos y
perfectamente alineados, por esto casi nadie quiere este tipo de materiales en
su boca.
Debido a estos
conceptos las casas comerciales han desarrollado una serie de materiales que se
pueden llamar estéticos o cosméticos, que reemplazan la utilización de metales
en la parte posterior, este tipo de materiales
se utiliza básicamente para cavidades muy pequeñas y se debe ser muy cuidadoso
en esto, pues si se excede la propiedad mecánica
del mismo se pueden generar problemas graves a la persona en cuanto a
desgastes, pigmentaciones, fracturas, que pueden alterar la función de este
paciente en su aspecto oclusal o de mordida, y a su vez afectar la articulación
temporomadibular causando problemas de dolor o alteraciones musculares.
El Doctor César
Tobar, profundiza sobre cada uno de los tipos de materiales que se utilizan
para las restauraciones.